Hace poco más de un año un grupo de empresas que participa en la cadena industrial del hidrógeno fundó la Asociación Mexicana de Hidrógeno (AMH2); estas empresas ya desarrollan proyectos de hidrógeno verde en varias partes del mundo.
La fundación tiene un objetivo muy claro: detonar la industria del hidrógeno verde en México.
Dentro de las acciones para lograr este objetivo, la Asociación presentó hace unos días una Hoja de Ruta para detonar de manera eficiente la industria del hidrógeno verde en el país.
En su elaboración participaron empresas, organizaciones no gubernamentales, académicos y algunas autoridades, con la coordinación de PwC.
Lo que se busca con esta Hoja de Ruta es trazar el camino para la descarbonización industrial en México, utilizando al hidrógeno verde como el vector energético que logrará esta meta.
Hay que recordar que México se comprometió a nivel internacional a reducir en un 22% sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el 2030, también a generar el 35% de la electricidad con energía limpia para el 2024, y a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Desde la Asociación consideramos que utilizando hidrógeno verde se podría contribuir al cumplimiento de esas metas y objetivos.
Para la elaboración de la Hoja de Ruta se partió de un análisis y diagnóstico de la situación actual, se realizaron entrevistas y encuestas a actores claves en la transición energética del país y se llevaron a cabo talleres en donde participaron diferentes stakeholders.
De esta manera se llegaron a conclusiones interesantes. Por ejemplo, la Hoja de Ruta arroja una estimación de inversión de aproximadamente 59 mil millones de dólares entre 2025 y 2050, así como la creación de alrededor de 3 millones de empleos en la industria del hidrógeno verde en ese mismo periodo.
La utilización de hidrógeno verde, como sustituto energético en industrias como la Petroquímica, Metalúrgica, Química, Minera, Cementera, Automotriz, Transporte y Alimentos, entre otras, podría tener grandes impactos positivos en la reducción de emisiones y en el cumplimiento de los estándares Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG).
De igual forma, se espera que las regulaciones en materia ambiental se endurecerán por los limitados avances en la lucha contra el cambio climático, así como por la imposición de aranceles verdes de gobiernos y corporaciones.
También en temas de movilidad podría contribuir a reducir la contaminación auditiva y por emisiones, al poner en circulación autobuses de hidrógeno en las principales ciudades de México que están altamente contaminadas.
Por último, México podría ser una potencia mundial en la producción y exportación de hidrógeno verde, en la manufactura de electrolizadores (que son los equipos que producen el hidrógeno verde), en la fabricación de celdas de combustible de hidrógeno para diferentes vehículos de transporte, así como también en la fabricación de equipos (válvulas, ductos, turbinas) relacionados con dichas industrias.
La oportunidad está frente a nosotros. Sólo debemos tomarla.
Israel Hurtado es presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno y especialista en temas de transición energética.