El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a los inversionistas alejarse del sector de combustibles fósiles, como los relacionados con el petróleo, y acercarse a las energías renovables.
Esta composición facilitará una transición energética que permitirá reducir la huella de carbono y limitar la profundidad del cambio climático.
Al liberar el primer capítulo del informe semestral “Global Financial Stability Report” que suele hacer una radiografía sobre el sistema financiero mundial estimaron que será necesario invertir entre 12,000 y 20,000 millones de dólares durante los próximos 20 años en proyectos verdes y en empresas que favorecen las energías renovables.
Esto permitirá al mundo alcanzar el objetivo de cero emisiones netas de carbono para el 2050 conforme las metas fijadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático.
En el capítulo titulado “Fondos de Inversión: apoyar la transición hacia una economía verde”, reconocieron que el tema de la sustentabilidad se está convirtiendo en una búsqueda consistente de las estrategias de inversión.
Sin embargo, “las inversiones sustentables representan todavía una pequeña fracción de las grandes carteras de los fondos”.
Inversiones populares
Para ilustrarlo, detallan que los fondos con una etiqueta de sustentabilidad representan 7% de todos los portafolios, eso es unos 3,600 millones de dólares, mientras el enfoque de empresas con proyectos ambientales apenas representó 130 millones del total.
En el documento, liberado siete días antes de que se conozca el reporte completo, en el marco de las Reuniones Anuales del FMI, subraya que esta “creciente popularidad” por invertir en fondos sustentables significa más capital disponible para empresas con una alta calificación de sustentabilidad que impulsa a los bonos y a las acciones de las empresas de emisión.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS) ha sido muy activo para advertir que el calentamiento global tiene impacto sobre el sector financiero, vía las inversiones en estos segmentos.
El BIS ha catalogado de “cisne verde” las inversiones en el segmento de sustentabilidad por tratarse de un evento con un potencial disruptivo extremo para las finanzas que podría llevar al mundo a una próxima crisis financiera sistémica.
Yolanda Morales
El Economista