Perspectivas Energéticas es una publicación que el Colegio de México realiza cada cuatro meses, como parte de su Programa de Energía, con el fin de sumar ideas, conocimientos e investigación al debate del sector energético mexicano y global; esfuerzo que la institución académica realiza desde 2016, con la elaboración de artículos, entrevistas y demás creaciones editoriales que, en su conjunto, abordan una temática central específica para cada una de las ediciones
Así, Perspectivas Energéticas en su número 18, correspondiente a enero-mayo de 2024 y que se titula “Las mujeres y las energías”, reunió a diversas expertas de la industria de la energía en sus diferentes vertientes, quienes a través de sus propias vivencias ofrecen una instantánea de la participación femenina en este sector, cada una con su propia visión y percepción particular.
No obstante, con el recorrer de cada página, con la lectura de cada texto, quien consulte esta publicación en particular se encontrará con algo diferente, pues no se trata de un mero compendio de opiniones sobre equidad de género, o de análisis exhaustivos en diversidad e inclusión, temas que sí son relevantes pero que no necesariamente logran retratar todas aquellas circunstancias que las mujeres enfrentan desde sus propias realidades, algo que esta publicación sí consigue presentar.
Es por ello por lo que, Perspectivas Energéticas no. 18 se separa del resto de tratados en esta materia de mujeres en la energía y, en consecuencia, nos acercamos con la editora responsable de esta edición, Miriam Grunstein, socia fundadora de Brilliant Energy Consulting y quien dispone de una amplia trayectoria de más de dos décadas en el sector energético, para conversar sobre el desarrollo de este producto editorial sui géneris.
“Conozco a la doctora Isabelle Rousseau (profesora e investigadora en el Centro de Estudios Internacionales del Colmex) desde hace mucho tiempo, hemos sido compañeras del sector y hemos colaborado en varios proyectos, y en una sesión del Natural Resource Governance Institute empezamos a hablar de los números de Perspectivas, en donde le externé mi interés de realizar una de estas ediciones desde la perspectiva de género, idea que a ella le gustó mucho.
Este trabajo que, si bien podría ser o no feminista, por lo menos sí reconoce una perspectiva de género, sí se enfoca en la problemática específica de las mujeres en el sector, del papel que estamos jugando, de las carencias, de los retos energéticos que viven las mujeres desde sus trincheras, ya sea como empresarias, como académicas”.
Con toda esta noción en mente de concebir un testimonio grupal y verídico de lo que hoy significa ser mujer en el sector energético, Miriam se dio a la tarea de recabar las plumas de selectas mujeres que finalmente plasmaron con éxito la idea que se busca transmitir a las audiencias de la energía, tan variadas unas de otras como pueden ser las renovables y los hidrocarburos.
Una directora de orquesta para un coro de expertas
En sintonía con la premisa anterior, la presente edición de Perspectivas Energéticas del Colmex presenta artículos desde la óptica de la mujer, como el de la investigadora y física de la UNAM Julia Tagüeña y los ODS de Naciones Unidas; de la doctora en Ingeniería y Ciencias Aplicadas Karla Cedano y la brecha energética; la coordinadora de REDMEREE Aideé Zamora y las energías renovables en México; Alma América Porres Luna y los hidrocarburos; o el giro emocional y sensorial en los estudios sobre energía de las especialistas Ana Rincón Rubio y Ana Alcázar Ballinas.
En adición, se tienen entrevistas con personalidades de la talla de Patrica Tatto de ATA Renewables y Michelle Foss del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice; así como un elaborado texto de Samuel Mendoza y Osvaldo Amador en el oportuno seguimiento de la política energética nacional.
“Quise tener un coro, como lo llamo en el número, con voces y matices diferentes, porque sí, no iba a ser el bodrio de siempre, las sororas agarraditas de la mano abogando por la sustentabilidad e inclusión del medio ambiente. Y es un bodrio porque se repiten las mismas ideas, no porque las ideas sean malas necesariamente.
Con ese espíritu de armar polémica, traje a mujeres de subsectores diferentes, con ideas diferentes y que no siguieran una línea ni siquiera parecida. Evidentemente sí hay algunas que tienen una línea más de energía renovable, más de sustentabilidad y con más énfasis en un discurso de inclusión, pero hay otras que no, y ellas también deben ser escuchadas.
Y lo importante es que este no es un número compuesto por las amigas de Miriam. De hecho, Karla Cedano eligió a la mayoría de las autoras porque ella tiene una incursión académica mayor que la mía en la energía desde la perspectiva de género, digamos que Karla fue como mi subcoordinadora anónima. Pero sí elegí en particular a quienes quería que hablaran de hidrocarburos, me acerqué con Alma América Porres; así también con Michelle Foss, una petrolera muy comprometida con el subsector hidrocarburos y que ni siquiera es feminista, ella no cree en la inclusión o que las mujeres tenemos un vínculo necesariamente fuerte con el medio ambiente y su entrevista es muy subversiva, totalmente disruptiva”.
En efecto, Miriam Grunstein señala que, para esta publicación procuró no seguir los clichés típicos del discurso sustentable, en el que las mujeres tienden a ser más proclives y sensibles con el medio ambiente, pues realmente no hay información ni datos duros que validen esa concepción; así como tampoco hay datos duros de que todas las empresas de renovables se preocupen directamente por la problemática de las mujeres, porque desde la óptica de Miriam, pareciera que impera el tema comercial dado que está de moda tener inclusión en las empresas de renovables.
“No digo que alguien como Patricia Tatto es la vicepresidenta de las Américas para ATA Renewables por el hecho de que está de moda el tema de la inclusión, porque evidentemente es muy capaz, pero digamos que las empresas de energías renovables sí están, desde mi punto de vista, más presionadas a tener equidad de género, porque deben de tener una imagen de mayor inclusión, mientras que las empresas de hidrocarburos no están bajo esta presión de inclusión tan notable; aunque sí tenemos mujeres muy sobresalientes en empresas de hidrocarburos y también de renovables, que son tremendamente sobresalientes, como Tania Ortiz Mena de Sempra Infraestructura o Jennifer Pierce de TC Energy”.
En palabras de Miriam, este número de Perspectivas Energéticas tiene vida propia, y es un número en donde las autoras casi invariablemente parten de una experiencia personal, con Karla Cedano reconociendo que es experta en energía pero que tenía que entrarle al tema de la perspectiva de género; Ana Rincón y Ana Alcázar y su incursión en las emociones, Alma América y su experiencia como comisionada en la CNH, o Aideé Zamora y Julieta Tagüeña que abordan la perspectiva de género en el mundo de la sustentabilidad.
“Todas partimos del yo, pero vamos más allá de eso y es algo que celebro. No se vale utilizar la causa de las mujeres para la autopromoción, quiero ser muy enfática en ese sentido; si te estás subiendo a la causa feminista y tu caso es la autopromoción, eres un fraude. No se vale subirse a los hombros de las mujeres más vulnerables para que tu sobresalgas, porque eso es igual a traicionar la causa de las mujeres vulnerables. Tuve la gran fortuna de trabajar con mujeres en este número que no tenían eso en la agenda, y es muy refrescante, porque estoy algo fastidiada de trabajar con mujeres que dicen que están con las mujeres y por las mujeres, y lo que quieren es su autopromoción, eso es inaceptable”.
Para la hechura de este documento, Miriam califica a sus colaboradoras como puntuales, meticulosas, profesionales, amables y sencillas todas ellas; una afirmación que no se hace desde la sororidad.
“No tuve problemas de ego, no tuve problemas de berrinches, no tuve problemas de impuntualidad. He sido editora y he sido autora y conozco los egos de los autores al derecho y al revés. Y acá fue, ni una sola falta de respeto, ni un ego herido, ninguna queja; fue realmente una relación lisa, suave, grata, gratificante… este fue un número Zen. Y dos mujeres como Tatto y Foss tuvieron la generosidad de darnos su tiempo para incluir sus entrevistas, y son dos perspectivas muy diferentes e interesantes si las lees juntas, ves el alfa y el omega de cómo pensamos las mujeres, esa es la gran aportación del número”.
Miriam Grunstein.
¿Qué tanto ha avanzado la inclusión de género en la industria de la energía?
Bajo la perspectiva de Miriam Grunstein, si bien hay más mujeres que participan en puestos directivos tanto en el gobierno como en la IP en el campo de la energía, no se sabe a ciencia cierta qué tanto de perspectiva de género tienen estas mujeres, puesto que, añadir mujeres a la industria no es constitutivo de adquirir o tener una perspectiva de género; sí se va a tener una perspectiva de mujeres, pero no de género y mucho menos feminista.
En este sentido, Miriam complementa que, la perspectiva de género es ver la energía desde la perspectiva de las mujeres, de la problemática específica de las mujeres. En cambio, una perspectiva feminista sería mucho más compleja, porque se tendría que entrar en un marco teórico conceptual que no nació ayer y que se presta a muchas confusiones, y Miriam afirma que para ser feminista se requiere de reflexión y lectura, acudiendo quizá a notables exponentes como Rosa Luxemburgo, Gayatri Chakravorty Spivak, Gloria Steinem o a las feministas contemporáneas como Naomi Klein.
“Esta pregunta está ampliamente discutida por el número. Alma América Porres sostiene que la inclusión en la industria de los hidrocarburos sigue siendo muy baja, porque Oil & Gas sigue siendo una industria en la que hay una expectativa de fuerza física y de dominancia en el liderazgo masculino. En la academia sí hay cada vez más y más ingenieras petroleras, pero ya en los puestos operativos se espera que el trabajador tenga la musculatura de un hombre, cuando esta no es necesaria debido a la automatización de la industria.
Si bien hay participación de las mujeres en el sector hidrocarburos, sí está debajo de las energías renovables. Aideé hace un estudio muy interesante sobre cómo sí se ha feminizado la industria de las energías renovables, y sí llega a haber una participación mayor de las mujeres, pero todavía no es suficiente. Los textos de Karla Cedano y de Tagüeña ya están mucho más vinculados a la vulnerabilidad de la mujer frente a los modelos energéticos y los relacionan con la pobreza energética o con el desarrollo sostenible.
Ahora, hemos tenido secretarias y subsecretarias de energía, pero han sido nombramientos de hombres, dentro de una estructura bajo reglas patriarcales. Y sí, las mujeres hoy están presentes en la energía, pero me pregunto si están siguiendo órdenes de posiciones superiores ocupadas por hombres. No sirve de nada tener mujeres como líderes si están siguiendo una línea de mando patriarcal. Y esa es mi opinión y no es necesariamente es la opinión de las autoras que colaboran en el número, habría que analizar una por una para entender sus perspectivas”.
Con respecto a la vulnerabilidad de las mujeres ante las carencias energéticas, Miriam regresa al documento del Programa de Energía del Colmex, en el que también se halla un texto de su propia autoría con una historia de supervivencia:
“El texto de Ana Rincón y Ana Alcázar es de mis favoritos, porque es un tema sumamente nuevo. Yo no sabía que existía la perspectiva emocional de las mujeres y la energía, ni podría decir si las mujeres somos especialmente sensibles a la escasez energética o a los impactos de los megaproyectos que se mencionan en este artículo.
Después me topé un poco con pared con los editores del Colegio de México, porque no sabían qué hacer con mi texto, uno muy legible pero no propiamente académico y lo mandaron a una sección de opinión. Este es el cruce de ideas que he tenido con la Academia desde que participo en ella, desde diferentes frentes. Yo quería escribir textos que los pudiera leer cualquier persona, y en mi calidad de narradora innata, cuento mi vivencia en la que estuve a punto de asfixiarme en una cabaña, cuando esta comenzó a llenarse de humo tras haber prendido la chimenea con leña. Por poco y viví una intoxicación posiblemente letal. En menor grado muchas mujeres en el campo viven esta clase de situaciones, porque aun teniendo al alcance otras opciones de combustible para la cocina (no siempre) en México las mujeres siguen prefiriendo la leña sobre calentadores solares, paneles fotovoltaicos o el gas LP, el mejor combustible para cocinas según la Clean Cooking Alliance pese a su elevado costo en comparación y su altísima concentración del mercado”.
Finalmente, Miriam Grunstein espera que Perspectivas Energéticas sea un número que la gente disfrute, pues no es el bodrio que sale de la gran institución académica que nadie desea leer, sino todo lo contrario… “este es un regalo de vida, porque están las experiencias vitales e intelectuales de muchas mujeres maravillosas”.