Los estímulos se otorgarían para alentar el consumo en horas distintas a las de demanda máxima, de manera que se administre la demanda y baje la presión al sistema eléctrico.
Los cortes de energía eléctrica por la alta demanda del verano o cualquier otra eventualidad pueden prevenirse si el gobierno establece reglas con incentivos adecuados para el uso más coordinado de los grandes usuarios del sistema, consideró el sector privado.
Carlos Aurelio Hernández, presidente de la Comisión de Energía de Energía de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) explicó a El Economista que el gobierno tiene dos manuales pendientes de publicación que serán fundamentales para erradicar alertas como las que se registraron en mayo pasado por poco margen de reserva ante la demanda: el Manual de Servicios Conexos y el de Control de la Demanda.
Luego de que el pasado 4 de julio el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) comunicó que dejará de presentar para todo el público los reportes de margen de reserva operativa del Sistema, surgió incertidumbre entre la industria, aunque éstos se siguen reportando en el portal al que acceden permisionarios. Tras esto, el director general del Cenace, Ricardo Mota Palomino, aseguró que en cuanto la Comisión Reguladora de Energía (CRE) avale el diseño y aplicación de algunas normativas se restaurarán las emisiones de información pública.
Sin embargo, el mayor reto para el organismo será que se establezcan acciones y principios distintos en el uso del sistema, aseguró el representante de la Coparmex.
“El Cenace está en el uso de sus facultades al guardar como confidencial la información, porque además el espíritu de la misma es dar oportunidad a los grandes usuarios o generadores de contar con el tiempo suficiente para emitir acciones que no les provoquen daños”, dijo Carlos Aurelio Hernández, “pero los permisionarios siguen recibiendo la información, así que ése no es el punto, el reto es mucho mayor”.
Y es que lo que hace falta, que será tarea para la siguiente administración, son otras reglas, como las que se esperan en el Manual de Control de Demanda, en el que -como ocurre en otras partes del mundo y se ha solicitado al gobierno- se establezcan incentivos económicos por dejar de consumir en determinadas horas.
Es decir, si el gobierno tiene adelantada la información de cuándo llegarán los picos de demanda, puede alertar con suficiente tiempo a grandes usuarios para que cambien sus patrones de consumo y tengan mayor intensidad energética en momentos en los que se espera menor demanda.
“Puede ser megawatt a pesos, y de esta forma se genera un mercado distinto, en el que se incentiva a que no se consuma en determinadas horas o días y quienes tengan capacidad de hacerlo reciben una especie de iguala en su recibo, una especie de tarifa especial, como si estuvieran vendiéndole energía no consumida al generador”, detalló el representante de la IP.
En lo relativo a los servicios conexos, de igual forma, con información suficiente y oportuna los grandes usuarios podrán decidir qué otros sistemas, como almacenamiento o plantas conexas, pueden utilizar en los momentos de mayor demanda, reduciendo también el estrés del sistema.
Hoy en día, de la generación que se consume en la gran industria, el 83% es entregado por la CFE y el resto por privados. De la generación de la estatal, únicamente el 6% corresponde al mercado eléctrico mayorista y el resto son contratos legados de autoconsumo y producción independiente de energía, según el especialista de la Coparmex.