El futuro de la energía en México parece estar encaminado hacia una combinación de diversas fuentes. Se espera que el país continúe desarrollando su sector de energía renovable, especialmente en áreas como la solar y la eólica, aprovechando su abundante recurso natural en estas áreas. Además, es probable que México siga explorando opciones de energía limpia como la geotérmica y la hidroeléctrica.
Sin embargo, también es posible que el país continúe utilizando energías más tradicionales, como el petróleo y el gas natural, al menos en el corto y mediano plazo, debido a su importante industria energética en estos sectores. El reto será encontrar un equilibrio entre la necesidad de energía asequible y la mitigación de los impactos ambientales.
Además, las políticas gubernamentales y las inversiones en infraestructura jugarán un papel crucial en determinar la dirección futura de la energía en México. Medidas que promuevan la eficiencia energética, la diversificación de la matriz energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero serán fundamentales para un futuro sostenible y próspero en este campo.