América del Norte genera casi un tercio de la actividad económica mundial, destacó la iniciativa privada de México, EU y Canadá.
La iniciativa privada de México, Estados Unidos y Canadá aseguró que América del Norte se convertirá en el principal productor mundial de vehículos eléctricos, siempre y cuando se solucione la escasez de materias primas, se fomente la inversión en nuevas capacidades de fabricación y se facilite a los consumidores la compra de las unidades.
“Hoy tenemos una oportunidad sin precedentes de posicionar a Norteamérica como el principal productor mundial de vehículos eléctricos”, apuntó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la U.S. Chamber of Commerce y el Business Council of Canada.
Hace más de 30 años, los creadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sentaron las bases de una plataforma regional de cadenas de suministro que permitiría a las empresas y a los trabajadores de los tres países comerciar y competir exitosamente con el resto del mundo.
Los grupos empresariales de América del Norte destacaron la necesidad de que los sectores público y privado trabajen juntos para expandir el comercio, apoyar eficazmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), evitar interrupciones en las cadenas de suministro, impulsar la competitividad económica, defender el Estado de derecho y cumplir con los compromisos compartidos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
La Cumbre de Líderes de América del Norte que se llevará a cabo este martes 10 –la segunda reunión trilateral de este tipo desde que el Tratado entró en vigor el 1 de julio de 2020– “es una oportunidad única para fortalecer la competitividad económica continental”.
El TMEC, indicaron, tiene como propósito facilitar una cooperación económica más estrecha y proporcionar seguridad jurídica para el comercio transfronterizo y la inversión, con mecanismos sólidos de solución de controversias, indican los organismos empresariales.
Es importante trabajar en políticas públicas adecuadas para evitar el uso de estos últimos mecanismos, que deben mantenerse como recursos de última instancia, mencionaron.
“Nuestra resiliencia compartida, crecimiento económico y creación de empleo, así como la calidad de vida de nuestras sociedades, dependen de continuar con la toma de acciones estratégicas en favor de Norteamérica”.
“Los acontecimientos recientes han transformado significativamente los flujos de comercio internacional y de inversión, y América del Norte tiene una ventana de oportunidad corta para capitalizar sus ventajas competitivas incomparables”.
Uno de los mejores ejemplos es la industria automotriz norteamericana altamente integrada, refirieron las organizaciones.
Asimismo, destacaron que México, Estados Unidos y Canadá generan casi un tercio de la actividad económica mundial y conforman un mercado de 500 millones de personas, en el cual los tres países son sistemáticamente el principal socio comercial del otro. Cerca de la mitad del comercio de América del Norte es intrarregional.
Los tres organismos lanzaron un llamado a los gobiernos para que trabajen en favor de una rápida resolución de los procesos de solución de controversias en el marco del TMEC en materia de energía, reglas de origen del sector automotriz y cuotas arancelarias de productos lácteos.
“La capacidad de Norteamérica para competir con el resto del mundo dependerá en gran medida de la seguridad energética regional, con un plan de transición que garantice el acceso a electricidad y combustibles limpios y confiables a precios competitivos, que permita a los inversionistas cumplir sus objetivos empresariales, así como sus metas medioambientales globales”, aseguraron los empresarios.
“Instamos a los tres gobiernos a negociar, a través del diálogo y la cooperación, la solución de otros retos actuales, como la posible prohibición del maíz modificado genéticamente, de manera que se evite que lleguen a procedimientos formales de solución de controversias”.
En el actual contexto global de creciente inseguridad alimenticia, añadieron, el cumplimiento de los compromisos comerciales basados en ciencia de América del Norte permitirá satisfacer las necesidades alimenticias de nuestras poblaciones y del mundo, mejorar el medio ambiente e impulsar la prosperidad de la gente que trabaja en nuestras industrias relacionadas con la agricultura.
“Para alcanzar esta visión de una región de Norteamérica competitiva, es fundamental que nuestros gobiernos trabajen juntos en desarrollar estrategias que refuercen el Estado de derecho, aseguren certidumbre para los negocios y se adhieran a mejores prácticas globales de transparencia, previsibilidad, estabilidad, rendición de cuentas y el debido proceso”.
“Queremos acentuar una vez más la importancia de preservar los flujos comerciales en situaciones de emergencia”, afirmaron las organizaciones empresariales, quienes ofrecieron su experiencia para participar en los diálogos sobre un protocolo trinacional para reducir las disrupciones económicas durante crisis futuras.