La empresa mexica Cryoinfra ya tiene varios proyectos en evaluación para hidrógeno verde; estima que los primeros pueden estar operando en 5 años.
La incursión del hidrógeno verde en México conlleva una transición; en ese tenor, se vislumbra que en principio los proyectos que se desarrollen sean una combinación con hidrógeno azul, puesto que la producción del primero no será mucha en el mediano plazo y el segundo se obtiene a mayor volumen.
La empresa Cryoinfra ya tiene varios proyectos en estudio, alrededor de una decena, pero hay 4 que están en una etapa más elevada de maduración y justamente son los que combinan una oferta de hidrógeno verde con azul.
“Hay varios de clientes a lo largo del país que nos están solicitando hidrógeno verde, pero un tema fundamental son las condiciones medioambientales y económicas necesarias para que estos proyectos sean exitosos, por ejemplo, si la industria está ubicada en donde es difícil acceder a agua de buena calidad va a ser una limitante para obtener hidrógeno verde”, dijo en entrevista Flavio Hernández, gerente de desarrollo tecnológico de Cryoinfra tras su participación en el Mexico Windpower 2022 .
Agregó que el sureste del país puede tener hidroeléctricas y bastante agua, lo que da factibilidad de tener proyectos de hidrógeno verde con una ventaja tanto logística como económica respecto a otras regiones.
Sin embargo, en el norte del país, por ejemplo, donde se requiere mucha más energía, el agua pudiera ser un factor limitante, pero una ventaja es que hay muchas zonas mineras, donde se puede aprovechar esas minas que no son funcionales y convertirlas en grandes depósitos de hidrógeno.
“Estos proyectos más maduros, estamos hablando que es una combinación de hidrógeno azul e hidrógeno verde, tienen diferentes grados de requerimiento y de volumen, el hidrógeno verde te da una cantidad de hidrógeno media, pero el azul es una posibilidad muy alta de grandes volúmenes y la industria normalmente requiere de mucho”, explicó.
Detalló que las transiciones son necesarias, de hidrógeno gris se puede pasar con cierta facilidad al azul y de ahí llegar al verde.
El hidrógeno verde en una tendencia normal, sin considerar ahora el conflicto de Rusia-Ucrania que ha disparado el precio de los combustibles fósiles, sigue siendo más costoso que el gris y azul.
“Al final todavía seguimos requiriendo tener proyectos sustentables, pero además modulares que puedan ir progresando reduciendo la huella de carbono, pero lo más importante es que sea económicamente viables y atractivos para las empresas que decidan invertir”, indicó Hernández.
Son muchos millones de dólares los que se necesitan para desarrollar estos proyectos de hidrógeno en México, pero los números se van a definir una vez que se implementen las políticas públicas que les den certeza.
“En este momento está despegando y con un impulso fuerte (el hidrógeno verde), pero muchos de los costos van asociados a las legislaciones estatales y locales, (…) estamos esperando ya la definición de una estrategia nacional de energía y de hidrógeno”, puntualizó.
A consideración del gerente de Cryoinfra, el hecho de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya esté volteando a ver esta tecnología, aunque de igual forma en una combinación con gas natural, no solo es atractivo, es necesario, pues México necesita caminar hacia ese rumbo.
“Estoy muy optimista respecto al papel importante que está tomando algunos sectores del gobierno, en entender que se requiere una legislación y una estrategia nacional energética que contemple varios de estos vectores y aristas que tiene el país, y creo que en la medida en la que se sigan sumando personas que apoyen esto, podríamos hablar de un mediano plazo, 5 años tal vez, para que estos proyectos sean 100% operativos y funcionales”, apuntó Hernández.